Las bacterias son organismos unicelulares y procariotas, es decir, no tienen núcleo ni estructuras internas complejas. Son microscópicas y pueden tener diferentes formas, como esferas (cocos), bastones (bacilos) o espirales (espirilos). Se encuentran en casi todos los ambientes del planeta, incluso en los más extremos, y también viven dentro de otros seres vivos, como los humanos. Pueden ser autótrofas (fabrican su propio alimento) o heterótrofas (dependen de materia orgánica externa). Muchas bacterias son beneficiosas: ayudan a descomponer materia orgánica, fijan nitrógeno en el suelo o viven en el intestino humano facilitando la digestión. Sin embargo, algunas pueden ser patógenas y causar enfermedades como la tuberculosis, el cólera o la neumonía. Se reproducen principalmente por fisión binaria, un tipo de división celular rápida. Gracias a su gran diversidad, las bacterias también se usan en la industria alimentaria, la medicina, y la biotecnología.